jueves, 22 de octubre de 2015

¿QUE HAY CON LOS FANTASMAS, EXISTEN O NO?


Dejamos pasar un lapso de tiempo desde el viaje de el que el mundo dice que es papa, ( lo dudo) con su circo de gira por EEUU, para luego volver a montarlo con el tambien llamado circo Sínodo, con todos sus acontecimientos con sus mal llamados los trece conservadores que se oponen a algunas cosas propuestas en este circo Sínodo, ( mal lllamados conservadores porque ellos son tambien parte de esto), y llendo un poco más los que se dicen tradicionales que por un plato de lentejas de reconocimiento hacen cualquier cosa por tener un status dentro de esta falsa religión, y ese palo es para un gallinero en especial para la hoy seudo FSSPX, liderada por un traidor.

Ahora vamos a ver lo que dice el título  



LOS FANTASMAS Y LA BIBLIA

Un fantasma es una aparición no material, son supuestos espíritus o almas, que generalmente posee forma de humano, aunque se dan casos de animales y objetos, que se manifiestan entre los vivos de forma perceptible (por ejemplo, tomando una apariencia visible, produciendo sonidos u olores o desplazando objetos —poltergeist—). Suele decirse que es un fantasma todo ente que se manifiesta de alguna forma, pero lo que representa (una persona por ejemplo) ya no existe o falleció. De la misma manera, hay hechos registrados, en los cuales ángeles malvados (demonios) interactúan con la gente. Y también son capaces de manipular las cosas físicas. En Job 1:12-19, éstos manipulan a la gente para hacer lo malo; causando que cayera fuego del cielo que consumió al ganado y las ovejas; así como también que soplara un fuerte viento que derribó la casa en la que estaban los hijos de Job.
En cuanto a la forma de un fantasma varía considerablemente; hay casos de apariciones desde perfectamente humanas, hasta extrañas luces o nieblas. También suelen ser detectados por sonidos que emiten, por cambios de temperaturas en las habitaciones o por la sensación de que alguien más hay en un lugar, etc.
Desde el punto de vista de la mayoría de las religiones, existe un “más allá” de esta vida y por alguna razón podemos ver a los difuntos. Generalmente se asocia un fantasma con el alma de la persona.
He aquí algunas verdades bíblicas relacionadas con apariciones, fantasmas y visitas de espíritus de gente muerta.
a) En 1 Samuel 28:7-19, el rey Saúl buscó a una mujer con un espíritu de adivinación (demonio) para preguntarle a Samuel acerca de lo que debía hacer. El Primer Mandamiento prohíbe invocar espíritus. El Rey Saúl recurrió a una mujer para conjurar el espíritu del difunto profeta Samuel y fue castigado por Dios (Cf. 1 Samuel 28, 8-17).Se trata del pecado de adivinación: querer “desvelar” el porvenir recurriendo a espíritus (que en realidad son demonios).
b) En Mateo 17:1-8, Pedro, Jacobo y Juan vieron brevemente a Moisés y Elías con Jesús.
c) En Lucas 16:19-31, Jesús cuenta la historia del hombre rico y Lázaro. En esta historia, podemos aprender que hay tres compartimentos (cielo, infierno, purgatorio) para los muertos (cuerpo) hasta el Juicio del Gran Trono Blanco (Apocalipsis 20:11…) También en la historia, el hombre rico pide que Lázaro sea enviado de regreso para advertir a los vivos. Abraham le dice que no serviría de nada, porque si ellos no creen en la Palabra escrita de Dios, tampoco creerán aunque alguno se levante de entre los muertos.
De estos tres pasajes de la Escritura, podemos concluir que por ahora, existen compartimentos en los cuales habitan los espíritus de los muertos, y que aunque hay pocas ocasiones en las cuales Dios permite interacción entre los vivos y los muertos, éstas situaciones fueron muy raras y para nada tan comunes como el contacto entre la gente y los seres angélicos. También Lucas 16:27-31 indicaría que no les está permitido a los espíritus humanos, regresar a visitar a los vivos sin permiso, y si el permiso no es otorgado aún con el propósito de prevenir a la gente de escapar de la ira venidera, menos sería dado por razones frívolas.
A diferencia de las dos instancias que tratan de un contacto o comunicación verdadera con la gente muerta, hay numerosas ocasiones que incluyen contactos con seres angélicos, tanto ángeles buenos como ángeles caídos (demonios). Muchas de las situaciones involucran a un ángel bueno descrito como “el ángel del SEÑOR,” refiriéndose a veces a la apariencia de la pre-encarnación del Hijo de Dios (Cristofanías). Pero muchos otros se refieren a ángeles buenos que Dios utiliza para ministrar a favor nuestro (Hebreos 1:14). Con este fin, algunas veces ellos manipulan las circunstancias físicas como en 1 Reyes 19:5-7 (el ángel toca a Elías y lo provee de comida y bebida); 2 Reyes 19:35 (el ángel hirió de muerte a 185,000 asirios); Daniel 6:22 (el ángel cierra la boca de los leones), Hechos 12:23 (el ángel hiere a Herodes por aceptar adoración como si fuera un dios)
En los evangelios, se registran numerosas ocasiones en las que los demonios se posesionaban de la gente (Mateo 8:16,28 en ad.; 9:32-33; 12:24; 15:22; 17:18; etc.) En estos incidentes, y muchos otros, la manifestación de posesión demoníaca involucraba algunas enfermedades físicas (mudez, epilepsia, ceguera, y algunas veces una fuerza sobrenatural). Ellos también entraron en los cerdos antes de que se precipitaran por un despeñadero y se ahogaran en el mar, en Mateo 8:28 en adelante.
Hay que notar tres cosas acerca de los demonios: (1) Los demonios no tienen poder sobre ninguna cosa que Dios no permita; esto es, Satanás (y sus huestes de ángeles caídos) son como perros salvajes sujetados con correas y es Dios quien las sujeta. Ellos pueden hacer solo lo que Él les permite (Job 1:12; Job 2:6; Mateo 8:31-32). (2) Los casos que involucran demonios registrados en la Escritura, son más numerosos que los pocos casos de interacción con gente muerta. (3) Cristo le ha dado a Sus discípulos autoridad sobre los demonios (Marcos 16:17; Lucas 9:1; 10:9).
Podrías preguntarte, ¿porqué Dios aún permite que los demonios traten con nosotros? Si ellos están bajo Su autoridad, ¿por qué no les impide cualquier interacción con los humanos? En la insondable sabiduría de Dios, Él es capaz de usar sus malos deseos e intentos sobre nuestras vidas, y obtener algo bueno de ellos para los cristianos. En Marcos 1:13 Dios usa las tentaciones de Satanás para probar la ausencia de pecado en Jesús. En el libro de Job, Dios usa a Satanás para mostrar la integridad del carácter de Job, y más tarde recompensar doblemente a Job por todo lo que experimentó. En 2 Corintios 12:7, Dios usa la aflicción que Satanás inflingió sobre Pablo para evitar que se volviera orgulloso. En el caso de los no creyentes, Satanás y los ángeles caídos sirven como un tipo de catarsis trabajando junto con la influencia del mundo no redimido y los deseos de la naturaleza pecaminosa para mostrar a los corazones de los inconversos el mal que ya mora dentro de ellos, mostrándoles de esta manera a ellos y a los demás, lo que es su verdadera naturaleza (naturaleza caída) (Mateo 15:18-19; Efesios 2:1-3; Apocalipsis 20:7-9)
Hay demonios trabajando a nuestro alrededor aún ahora. (Los hay… ¡y a veces se manifiestan ellos mismos!) Pero ya sea que lo hagan o no, ellos no deben ser nuestro enfoque, ¿Por qué no? Porque, una vez más, ellos no tienen autoridad, sino la que les es dada por Dios. ¿Quién y qué entonces debe ser nuestro enfoque? Nuestra atención necesita estar sobre Dios y los claros mandamientos que Él nos da en la Escritura; si Él es nuestro centro de atención, no necesitamos temer a nada más (Salmo 27:1).
No debemos dejarnos fascinar por el mundo de los espiríritus, sino por Dios y Su impresionante carácter y atributos (Salmos 27:4; Salmos 73:25). Y si en el curso de nuestro servicio a Cristo y nuestra dependencia de Él, encontráramos manifestaciones de posesión demoníaca o actividad demoníaca, solo necesitamos volvernos a Él en una simple oración (como el Rosario) llena de fe, confiando en Su Palabra y Su Espíritu Santo para que obre de la manera que Él decida. De hecho, esta es la manera como debemos enfrentar la vida cuando NO hay manifestaciones evidentes de involucramiento demoníaco, porque con frecuencia Satanás hace su trabajo más frecuente y efectivo en secreto, jamás hace que su presencia o la de sus demonios sea evidente (2 Corintios 11:13-15).
Si sucede que hubiera una manifestación de su presencia de alguna forma, debemos preguntarnos el por qué. ¿Hay algún ídolo pagano, un fetiche usado en la adoración pagana, etc. (Deuteronomio 32:16-17; Salmos 106:37-38; 1 Corintios 10:19-21)? O tal vez hay algunos que han permitido ellos mismos llegar a estar poseídos por un demonio, o hayan permitido una participación demoníaca en sus vidas por algún pecado repetido y serio (Efesios 4:27). La masturbación es un pecado mortal. Creemos que este pecado – ya que es contrario a la naturaleza y se clasifica como “afeminación” y “el vicio contra la naturaleza” – es la causa por qué algunas personas se entregan a las pasiones antinaturales (la homosexualidad). Cualquier artículo de lo oculto que uno posea, debe ser quemado, como Pablo y los otros cristianos hicieron con los libros que fueron quemados en Hechos 19:18 y cualquier pecado conocido debe ser confesado (1 Juan 1:9).

fuente: Bloggin  más agregados